NOTICIAS
ENERO:
ALMOHADILLAS QUE RESCATAN PALABRAS
Una agencia de comunicación lanza una campaña en la redes para recuperar el uso de vocablos antiguos.
Plumier, cuchipanda, tarambana... Aparentemente poco tienen que ver esas tres palabras, pero las tres tienen una cosa en común: cada vez se escuchan menos. Partiendo de esa inquietante idea, una agencia de comunicación tuvo la idea de crear La tienda de #palabrasolvidadas, un catálogo de voces caídas en desuso que se pueden adquirir con el simple coste de compartirlas en las redes sociales poniéndoles una almohadilla delante. Para cada una se ha realizado un diseño que alude en sentido real o figurado a su significado. Un muestrario que, según explica la propia web, tiene como objetivo evitar el empobrecimiento del lenguaje y, con él, del pensamiento.
FEBRERO:
LA VIDA DEL CHE GUEVARA A GOLPE DE VIÑETA Sale a la venta la novela gráfica basada en la biografía de Guevara escrita por Jon Lee Anderson e ilustrada por José Hernández, que reconstruye la historia del guerrillero
Ernesto Guevara zarpó del puerto mexicano de Tuxpan, rumbo a la Historia, en medio de un mar embravecido y oscuro, como el océano de tinta vertido en la infinidad de escritos que narran su odisea vital, lo beatifican y lo denuestan. Los hechos del icónico revolucionario argentino son mundialmente conocidos. Pero nunca será lo mismo conocerlos que estar ahí y verlos; observar de cerca a Guevara en Sierra Maestra en el instante en que un disparo le atraviesa el cuello, respirar en Buenos Aires la angustia de su madre por no tener noticias de su hijo o escudriñar el rostro del guerrillero al ser nombrado por primera vez “comandante Che”. Crear esa sensación de ser testigo directo de los acontecimientos es lo que persigue la novela gráfica Che. Una vida revolucionaria, del periodista estadounidense Jon Lee Anderson y el dibujante mexicano José Hernández.
Publicada por la editorial Sexto Piso, la obra, cuya primera parte sale a la venta el lunes, es una trilogía basada en la biografía de Anderson sobre el guerrillero, que vio la luz en 1997. Este reportero es una de las personas que mejor conocen al Che. Ha tenido acceso a sus diarios personales y ha entrevistado a sus familiares. Fue quien sonsacó al ejecutor de Guevara la ubicación de los restos del guerrillero, hasta entonces desconocida. “Siempre hay cosas por desentrañar de la vida de alguien”, comenta Anderson por correo electrónico, “pero la esencia del Che está ahí”, en la novela gráfica.
El primer volumen que llegará a las librerías será en realidad la segunda parte de la trilogía, y se titula Los años de Cuba. Los autores decidieron empezar por ahí por la importancia que este periodo tuvo en la historia del Che. Los otros dos tomos, aún sin terminar, abordarán el viaje de un joven Guevara por Centroamérica y su viaje final a Bolivia. Los autores prevén culminar la trilogía en 2017, cuando se cumplen 50 años de la muerte del Che.
“La idea no era hacer meramente una biografía ilustrada, sino adaptar la gran historia de Anderson, para contar un relato más íntimo, más personal de Ernesto Guevara, más allá de fechas y de los hechos históricos”, comenta Hernández. A través de innumerables trazos y colores este ilustrador plasma, con pulso realista, figuras, fondos y contornos; y también muestra que es posible dibujar el zumbido de una bala, el olor de un habano humeante o el sentimiento que barrunta un ser humano cuando la muerte le toca el hombro.
El hecho de que los principales protagonistas sean, en su mayoría, personajes históricos e icónicos del siglo XX —como es el caso no sólo del propio Che, sino de Fidel Castro, Nikita Kruschev o Richard Nixon—, “presenta el reto de recrear sus encuentros, pláticas y momentos en que se desenvolvieron, de la forma más verosímil, sin caer en panfletos, lugares comunes o clases de historia”, explica Hernández.
Ambos autores creen que este formato puede ser atractivo para nuevas audiencias, especialmente para los jóvenes de hoy, a pesar de que el contexto en el que viven dista de las circunstancias en las que se forjó el Che. A algunos relatos no les afecta el tiempo, y el tiempo no altera algunos destinos. Eso cree Anderson, que piensa que el sino de Guevara hoy no sería muy diferente al de ayer: “En un mundo convulso e injusto, donde hay un Trump como candidato a la presidencia en Estados Unidos, pero también un subcomandante Marcos que aún vive una vida de resistencia en la selva de Chiapas —en un país tan desigual, corrompido y violento como México— el Che, si renaciera hoy, volvería a ser el Che”.
MARZO:
BERNARDO ATXAGA - KULTURA ONDAREA
Atxaga comparte su manera de entender la cultura y el patrimonio.
ABRIL:
GOOGLE GANA A LOS AUTORES DE LIBROS LA BATALLA DE LOS DERECHOS El Supremo de Estados Unidos rechaza que se hayan violado los derechos de autor con el escaneado y digitalización de obras para Google Books
El Supremo de Estados Unidos ha fallado a favor de Google en su batalla de 11 años contra el sindicato americano de autores, que acusaba al gigante tecnológico de haber violado las leyes sobre derechos de autor por escanear y digitalizar millones de libros sin obtener previamente su permiso y sin compensarles. La decisión acaba con el último obstáculo legal que tenía la empresa californiana para su proyecto Google Books.
El tribunal ha rechazado sin más comentarios escuchar en apelación al Sindicato de Autores, en una decisión que se considera histórica para los derechos de autor de la era digital. El juez Denny Chin considera que el proyecto de librería virtual Google Books, que permite a los usuarios buscar libros y leer extractos y páginas seleccionadas, supone un "uso justo" de las leyes sobre los derechos de autor.
La decisión judicial está respaldada por el llamado panel de apelación, que en octubre pasado rechazó los argumentos del Sindicato de Autores, que incluye a escritores y a editores prominentes, de que el programa de Google restringiría sus ingresos al permitir el libre acceso de los lectores a los libros.
Los partidarios de la digitalización argumentaron, por el contrario, que la digitalización ofrece muchos beneficios públicos a los investigadores y lectores. Google ha hecho público un comunicado en el que muestra su satisfacción por el fallo, que concluye, según asegura la compañía, que "Google Books es un proyecto transformador y compatible con el derecho de autor".
El comunicado agrega: "El producto actúa como un catálogo de fichas para la era digital, que ofrece a la gente una nueva forma de encontrar y comprar libros, mientras que al mismo tiempo avanzan los intereses de los autores". El Sindicato de Autores sostiene, por el contrario, que la decisión del Supremo supone sentenciar que los autores "no merecen beneficiarse de la digitalización de sus obras".
"El final de este proceso no favorece la promoción de la cultura ni la creación, puesto que un servicio como el de Google, que parece de gran utilidad, se ha construido obviando el derecho de los creadores a decidir sobre su obra y a ser remunerados por el uso que ese haga de ella", asevera en un correo electrónico Magdalena Vinent, directora general de Cedro (entidad de gestión de los derechos de autores y editores en España). Y sostiene que el fallo no tiene nada que ver con la legislación europea sobre defensa de la propiedad intelectual, más restrictiva que la estadounidense.
El proyecto de Google, con el que la compañía aspiraba a convertirse en la biblioteca de Alejandría del futuro, permite a los usuarios buscar entre millones de libros, ya sean títulos antiguos que no tienen ya la protección del copyright u otros de publicación más reciente. "La finalidad de Google Books es buena, pero desde luego se podría haber hecho con la complicidad de los autores. La forma en la que se ha desarrollado esta parte en la que se han escaneado millones de libros sin la autorización de sus titulares derechos no reconoce ni promueve la creación, sino todo lo contrario", considera sin embargo Vinent.
En 2008, Google llegó a un acuerdo con la Asociación de Editores Americanos y el Sindicato de Autores y por el que la compañía se comprometía a crear un registro de todos los libros escaneados para su biblioteca virtual y destinar 125 millones de dólares a pagar aquellos autores cuyos libros hubieran sido escaneados sin permiso o a encontrar a aquellos que no se hubieran pronunciado. Pero el propio juez Chin paralizó el pacto. En aquel momento, aseguró que la creación de la biblioteca universal sería beneficiosa para muchos pero "simplemente ha llegado demasiado lejos" y le daría a Google demasiadas ventajas sobre sus competidores.
Desde que Google comenzó la digitalización, en 2004, con un robot de escaneado de alta tecnología que acaparó titulares en su momento, el buscador se ha acercado al mundo académico e intelectual de manera notable. No solo llegó a acuerdos con universidades cuyos fondos no les permitían hacer digital todo su archivo, sino también a grandes centros, como el caso de ła Biblioteca Nacional en España. En 2005 comenzaron a escucharse las primeras voces críticas y la primera.
Uno de los puntos más interesantes de Google Books es la implantación del conocido buscador dentro de este nuevo contenido. Su contrastada velocidad y certero uso para dar con los conceptos deseados, han servido para que se consulten con más frecuencia publicaciones académicas que apenas tenían actividad. De ahí que también pueda surgir la duda de que el servicio ofrezca una mayor visibilidad y por tanto beneficios a los escritores. "Corresponde al autor decidir sobre el uso de su obra, y en este caso, nadie le ha preguntado", responde sin embargo Vinent.
Roxana Robinson, presidente de Authors Guild, a través de una declaración escrita, ha criticado el fallo: "Los autores acabamos de sufrir una gran pérdida". Keith Kupfershmid, director del grupo a favor de los derechos de autor Copyright Alliance, también se muestra molesto por el resultado: "Al evitar entrar de verdad en el caso, la Corte Suprema está dejando a su suerte a creadores y poseedores de derechos".
MAYO:
LA PRUEBA EXTERNA DE PRIMARIA DIVIDE A LAS ESCUELAS Y A LAS FAMILIAS Docentes y directores discrepan de una evaluación que no recoge el trabajo diario de los estudiantes
La evaluación externa de sexto de primaria de la LOMCE, que deben hacer los alumnos de 11 y 12 años, ha dividido a las familias igual que a los políticos. La confederación que aglutina a los centros públicos pide un boicot y la de los concertados recomienda que se siga y defiende sus beneficios. Docentes y directores discrepan de una evaluación que no se fija en el trabajo diario de los estudiantes. Los 37 chicos de sexto del colegio público Asunción Rincón, en Madrid, tienen dos pruebas nuevas esta semana. El martes les examinan para comprobar si su nivel de inglés es suficiente para continuar sus estudios en un instituto bilingüe [en una evaluación organizada desde el Gobierno regional] y miércoles y el jueves se enfrentan como el resto de los alumnos madrileños de 11 y 12 años a la evaluación externa de primaria que la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) obliga a aplicar a partir de este curso. Doce comunidades autónomas han decidido no hacerla tal como fija la reforma educativa del PP o, dicho de otro modo, solo tres de cada 10 estudiantes tendrán la evaluación con todos los criterios fijados por el Ministerio de Educación.
La prueba de sexto se ha convertido en una de las polémicas políticas de las últimas semanas, con comunidades anunciando evaluaciones distintas mientras el ministerio de Educación en funciones, Íñigo Méndez de Vigo, advierte de que la ley está para cumplirla. Ha tenido que comprometerse a que los resultados no se utilizarán para hacer una clasificación de colegios, los temidos rankings, y ha pasado los últimos días intentando tranquilizar a las familias explicando que solo se trata de una prueba de diagnóstico que no tendrá efectos en el expediente de los alumnos.
Más allá de la política, el examen no convence a muchos de los que deben impartirlo y ha dividido también a las asociaciones que representan a las familias en los colegios. Maravilla Beceiro y Javier Ocaña, tutores de 6º A y B del colegio Asunción Rincón, defienden que la evaluación se hace con el trabajo diario y no con una prueba dirigida y corregida por profesores que solo tendrán contacto con los chicos el día del examen.
Los dos maestros del colegio madrileño no han preparado especialmente a sus chicos para el examen, cuyos resultados no están entre las prioridades de las familias, más preocupadas por su acceso a un instituto bilingüe. “Usamos una clase para hacer un simulacro y explicarles las técnica para superar pruebas tipo test, no para enseñarles contenidos”, señala él. “Siempre se ha criticado que la Selectividad obliga a enfocar el último curso de bachillerato para pasar un examen en lugar de aprender y creo que esta prueba intenta trasladar esa filosofía a otros cursos”, añade ella. En Madrid, como en las otras cuatro comunidades gobernadas por el PP (Galicia, Castilla y León, Murcia y La Rioja) se seguirá los criterios que fija el ministerio. En el resto de regiones, no.
“Todos somos funcionarios y estamos a lo que nos diga la Administración”, explica Belén Fernández, presidenta de la federación de directores de colegios públicos de infantil y primaria Fedeip, con representación en cinco regiones (Murcia, Galicia, Comunidad Valenciana, País Vasco y Andalucía).
Fernández dirige el centro público Salvador Vinuesa de Córdoba. Allí, por decisión de la Junta de Andalucía, los propios maestros de los alumnos escribirán un informe individual en junio (sin someterlos a un examen concreto y centrado en la evaluación continua) que después revisará una comisión externa. La presidenta de Fedeip ve con buenos ojos esta fórmula. “No se trata de que los maestros no quieran hacer una prueba, siempre estamos haciendo exámenes, pero tu calificación no puede depender de un día”, añade. Sus estudiantes viven ajenos a la polémica. “No les hemos dicho nada. Cuando les hacemos otras pruebas, siempre intentamos quitarles dramatismo porque son solo niños”, según Fernández.
“Nadie piensa en los alumnos ni en las familias. La desinformación les puede crear ansiedad”, señala Pedro José Caballero, presidente de la confederación de padres y madres CONCAPA, mayoritaria en la enseñanza concertada, con 2.000 centros asociados y cerca de tres millones de familias, según sus estimaciones. Esta confederación comparte los objetivos de la prueba y la apoya. Creen que servirá para localizar fallos y decidir dónde volcar los esfuerzos y así se lo transmiten a sus asociados.
En el extremo opuesto, la confederación que representa a las familias de la escuela pública ha pedido a los padres que no lleven a sus hijos al colegio durante los días del examen. CEAPA (con 11.000 colegios y cuatro millones de familias asociadas) defiende el boicot a la evaluación, como ya hicieron el curso pasado con la prueba de tercero de primaria. Su presidente, Jesús Salido, asegura que muchas familias se están volcando con esta propuesta, sobre todo en Galicia. A partir de esta semana se verá si su iniciativa tiene éxito.
CLAVES DE LA PRUEBA
CUATRO EVALUACIONES. La de sexto de primaria es una de las cuatro pruebas externas que prevé la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE, aprobada por el PP en 2013) establece cuatro pruebas externas. La primera de ellas, para los alumnos de tercero de primaria (8 y 9 años), arrancó el curso pasado. Quedan además la reválida de ESO (cuarto de secundaria, 15 y 16 años) y la de bachillerato (17 y 18 años).
FECHA. Los centros deberán completarla antes de que acabe el curso escolar, por lo que la mayoría de las comunidades autónomas que no la cuestionan (principalmente, las gobernadas por el PP) las han fijado hacia mediados de mayo.
EXPEDIENTE. Es una prueba diagnóstica, es decir, no constará en el expediente del alumno aunque la normativa contempla que se haga un informe individual para cada estudiante con “carácter informativo y orientador” que se trasladará al centro al que se matricule para proseguir con sus estudios de secundaria.
CONTENIDOS. Se centra en competencias lingüísticas, matemáticas, científicas y tecnológicas. Algunas regiones, como Madrid, examinará a sus alumnos también de inglés. Son las comunidades las que redactan las preguntas, de las que hay múltiples ejemplos en la web oficial del ministerio. El real decreto que regula las pruebas especifica que las preguntas a los alumnos estén contextualizadas “en entornos próximos a la vida del alumnado, e incluirán situaciones personales y familiares, escolares, sociales y científicas y humanísticas”.
DURACIÓN. Serán hasta cuatro días de exámenes (el margen lo fijan las comunidades autónomas). En Ceuta y Melilla, territorio que gestiona directamente el ministerio, se harán en dos días. Los exámenes de ciencia y tecnología y el de matemáticas tendrán allí 60 minutos de duración cada uno. La pruebas de comprensión oral serán de 50 minutos (castellano y primera lengua extranjera) y las de expresión escrita, 25 minutos.
CONTEXTO. Además de las materias a evaluar, los estudiantes, sus familias y la dirección del centro tendrán que completar un cuestionario de contexto, publicado en el BOE el pasado 15 de abril, para determinar la situación socioeconómica de los alumnos del colegio. Entre otras cuestiones, se refiere al trabajo de los padres, su nivel de estudios o su nacionalidad o cuánto tiempo dedican sus hijos a los deberes escolares.
REGIONES. Solo las cinco comunidades del PP (Madrid, Comunidad Valenciana, La Rioja, Murcia y Galicia) harán la prueba tal como establece el Ministerio de Educación, lo que deja fuera al 71% de los alumnos. País Vasco, por ejemplo, la retrasa al curso que viene. Las regiones gobernadas por el PSOE, encabezadas por Andalucía, se basarán en la evaluación continua y emplearán a los propios docentes de los alumnos (en lugar de profesores externos) para realizarla.
AUSENCIA. Si el alumno no acude a clase, hay alternativas para que realice la prueba otro día. La orden que regula el examen en Castilla y León, por ejemplo, establece que quien no pueda examinarse “por ausencia o indisposición, con carácter excepcional, deberá efectuarla el primer día lectivo de su reincorporación al centro”. Si es una comunidad entera la que no acude al examen, Educación no especifica qué medidas se pondrán en marcha. Es la Inspección Educativa la que debe decidir las sanciones, según un portavoz oficial. El curso pasado, hubo al menos dos comunidades autónomas -País Vasco, que realizó una prueba piloto con una treintena de centros, y Cataluña, donde hubo colegios que se declararon abstencionistas- en las que el examen de tercero no se hizo como fijaba la LOMCE. No ha habido ninguna sanción, según señalan oficialmente desde el ministerio.
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